Cap 11 Fic "Queriendo escapar encontre mi hogar" By BlueRose

Capitulo 11:

-Creo, que lo mejor sería que me fuera- se separó de mi.

-No es necesario, yo te invité a cenar.

-¿Segura?

-Si. ¿Que se te antoja de cenar?

Pensó un poco- creo que mejor te invito a cenar yo, a alguna parte.

-Pero si yo te invite- refunfuñé

-Pero te quiero invitar yo, anda ve y cámbiate, no creo que quieras salir a cenar con el pijama, y abrígate que se va a poner fría la noche.

-Está bien, espérame aquí, ahora vuelvo.

Me dirigí a mi habitación cuando vi que Tom encendía el televisor.

¿Qué me ponía? Abrí el armario, y comencé a buscar.

15 minutos después tocaron la puerta de la habitación.

-¿Puedo pasar?- me preguntó

-Si, pasa.

-¿Ya estás lista?, es que tengo hambre.

-Ya casi termino- dije terminando de ponerme el rimel. Me puse un poco de labial, y comencé a meter algunas cosas a mi bolso. Me giré a donde estaba y le sonreí- ya.

-Te ves muy linda- sonrió y me extendió su mano, la tomé y le sonreí.

-Gracias. ¿A dónde planeas llevarme?

-Oh… si te digo, no será sorpresa.

-Vamos, dime.

-No, pero tampoco creas que es lo más romántico o la gran cosa.- se rió y me reí junto con él.

Salimos del apartamento, cerré con llave, mientras me aseguraba mentalmente de haber cerrado ventanas, y haber apagado todo.

Después de media hora, llegamos a un restaurante bastante lindo, parecía tranquilo. Entramos y nos sentamos en una de las mesas de fondo.

Pronto llegó la camarera y nos pidió la orden.

Comenzó a decir lo que quería en perfecto alemán, mientras yo me quedaba con la boca abierta, cuando terminó volteó a verme.

-Em... te importaría ordenar por mí, no le entiendo nada al menú.

-¿Lo que yo quiera?

-Confío en ti. – le sonreí.

Después de que ordenó por mi la camarera se retiró dejándonos a solas.

Suspiró y me miro a los ojos- Sabes… Bill esta muy preocupado por Leticia.

-Me lo imagino, yo también estoy muy preocupada, y ella asustada, nunca imaginó todas las cosas que le están pasando en esté momento, de verdad le afectan mucho las cosas y mas ahora, q esta… delicada de salud, tenemos que cuidarla mucho.

-Y lo haremos, no te preocupes- tomó mi mano, la estrechó con la suya y me regaló una linda sonrisa, que no pude evitar devolver. En mi interior crecía un cariño y una atracción que ni yo misma podía imaginar.- Así que… te vas la siguiente semana?

-Si- aún mi mano era presa de la suya.

-Volverás?- me cuestionó con la mirada realmente preocupada. No pude y agaché la vista, fruncí el ceño.

-Tom, sabes… es tan difícil, mi familia, mis amigos, conocidos y demás esperan que llegue la fecha de la boda, todos están más que seguros que me casaré con Eduardo, que viviré el resto de mi vida a su lado, que tendré por lo menos 2 hijos, y que envejeceremos juntos, y sabes porqué?- le cuestioné, el se quedo callado y levante mi mirada a que se encontrara con la suya, se dio cuenta de que mis ojos se estaban aguando- por que yo me encargue de que así fuera, por que yo no contaba que este viaje que hice para visitar a Leticia me hiciera cambiar de opinión, por que ni siquiera Eduardo sabe que estoy pensando dejarlo todo, por que yo sabía que Eduardo siempre estaría allí para mí, por que el ha sido tan dulce conmigo, por que el es u gran hombre que no merece ser lastimado.- suspiré y miré hacía el cielo para después mirar esos ojos que me hipnotizaban.

-Pero tu no tienes la culpa de que los sentimientos manden al corazón, por que estoy casi seguro que lo que estoy sintiendo yo por ti, tu también lo sientes por mi, porque tu mirada me dice que te mire, tus labios me gritan que te bese, y tu piel que te acaricie. Por que tu misma no me apartas de tu lado- expresó y dirigió su mirada a nuestras manos aún entrelazadas- por que se que quieres que este contigo.- una lágrima surco mi rostro- Y sabes qué si el de verdad te quiere y te ama como creo que lo hace, te dejará libre, te dejará que ames como el te ama, por que comprenderá que no lo quieres engañar.

Sin darnos cuenta ya habían pasado varios minutos y la camarera ya había llegado con nuestra cena.

Le dijo algo a Tom que no supe como interpretar, pero este soltó mi mano y ella nos pudo servir los dos platos de comida. Y se retiró.

-Espero y te guste- me sonrió, tomó mi mano y me jalo un poco para que me aproximara a el, deposito un dulce beso en mi mejilla. Y comenzamos a comer en silencio.

Pasó la cena, y decidimos irnos al departamento, allí tomaríamos el postre. Claro, no nos fuimos en silencio, comentábamos una que otra cosa de nuestras vidas y no se como surgió el tema, que de pronto estábamos hablando de nuestra infancia y adolescencia.

-Uf hubieras visto, aquí en Alemania se usa que cuando estás chiquito, un día tu madre te de una especie de cono lleno de dulces se llama Schultüte, dios el de Bill estaba lleno de gomitas y cosas así. Ese mismo día se acabó el suyo y por la noche ya no aguantaba el dolor de estomago, mi madre no se la acababa con los remedios, terminó dándose por vencida y llevándolo al hospital. – comenzamos a reír, claramente me había imaginado a Bill lleno de dulce en el rostro, y con una cara de sufrimiento agarrándose de la panza y llorando.- Bueno te toca.

Metí la llave y abrí la puerta entramos y cerró la puerta, o si se notaba el cambió de temperatura con la calefacción, me quite el abrigo y lo dejé en el recibidor. Al igual que él.

-Pues no creas cuando estaba chiquita yo le dí unos dolores de cabeza a mi mamá, dios si yo te contará.- me quedé callada unos segundos y el me indico que continuara- bueno… que te puedo decir… ah!! Ya sé! Una ves cuando estaba chiquita mi mamá acababa de comprar una colcha nueva para mi cama, estaba tan preciosa aún lo recuerdo era de las princesas, pero mi madre olvido sacar los inciensos de mi habitación, así que cuando se fue a trabajar prendí uno, y lo traía en la mano jugando con él, pues me senté en la cama con el edredón nuevecito, cuando una ceniza cayó en la cama, y pues se hizo un hoyito en la colcha nueva, yo me quede mirando y pronto supe que sería como un pizarrón, podía escribir allí o dibujar lo que yo quisiera y así lo hice, cuando llegó mi madre me puso una buena!! Imagínate horas antes había visto el edredón impecable y cuando llegó había solo retazos por que claro una ves que comencé a dibujar nada ni nadie me paro.

-Enserio hiciste eso?

-Si, y eso es lo menos que hice, fui a dar al hospital más de una ves- puso una cara de asustado, yo solamente pude reír.

-Oye de una ves… quieres el postre para comenzar a hacerlo.

-Si. Tu lo harás?

-Claro- contesté indignada a su pregunta- que no sabes que estoy estudiando gastronomía. Pronto podrás ver a toda una Chef frente a ti.

-Mm… que rico-soltamos la carcajada al mismo tiempo y me levanté de mi cómodo asiento para ir a la cocina y ponerme a trabajar. Primero ver si había crema, si, si había, azúcar también, lo más importante de todo helado de vainilla, y un poco de de menta. Salí corriendo de la cocina, subí las escaleras y me dirigí a mi cuarto, yo sabía que había traído lo había metido un día antes, busqué en mi maleta y encontré la gigantesca bolsa de chocolate semi-amargo, y baje de la misma manera que si, corriendo rápido puse la caserola con agua y el refractario de vidrio sobre esta, coloqué el chocolate en el refractario de vidrio y a derretir el chocolate a baño María.

-Tom!!- grité

-Mande!!- respondió, será flojo

-Ven, ayúdame a que esto se haga más rápido

-Está bien, ya voy.- escuché como apagaba el televisor y llegaba.

-Necesito que muevas el chocolate mientras yo bato la crema- su rostro cambió drásticamente y apareció una sonrisa pícarona, se acercó mucho a mí.

-Mm… y tu decías que no querías hacer nada- pronto caí en como había sonado lo que había dicho.

-Hay ya- le empuje- ándale checa el chocolate.- yo puse la crema en la batidora y mientras se comenzaba a inflar piqué muy finamente un poco de menta, agregue el azúcar con muchísimo cuidado y finalmente la menta. Saqué la crema de allí y la coloqué en un refractario.

-Oye… esto yo creo que ya está- me acerqué un poco.

-Si, ya está apágalo- envolví el refractario con plástico y lo metí en el congelador, para que se enfriara mas rápido.

-Yo pensé que era más difícil cocinar.

-Es bastante fácil, bueno… no es que hayas hecho mucho tampoco- me reí

-Oye…

-Es verdad, luego te enseñaré a hacer otras cosas, es genial la cocina- pasaron 5 minutos y saqué la crema batida. Busqué dos copas.- mira te enseñaré a decorar un poco. Primero pon un poco, pero solo un poquito de chocolate en las copas, y cuida que no se manchen los lados de la copa, solo chocolate en el fondo.

-Está bien- agarró una copa y se concentró de verdad se concentró, era tan gracioso con esa cara de serio sirviendo chocolate, uno creería que su vida dependería de eso- ya está- dijo dándome las copa con cuidado.

-Ok- abrí el helado y con una cuchara saqué dos bolas y las coloque en una copa, y otras dos bolas en la otra, quité el plástico del refractario que contenía la crema, agarré un poco de ésta y la coloqué sobre el helado, así en las dos copas, tomé un poco más de chocolate y esparcí un poco en la crema batida solo un poco, y por último coloqué una ramita de menta para adornar.- Voilá- dije en perfecto francés señalando las copas.

Fuimos a la sala y allí las devoramos completas. Entre risas y anecdotas.

Es que como era posible que viviera tantos sentimientos con él, lo acababa de conocer. Era algo que no podía creer, pero allí se encontraba frente a mi riendo a sus anchas llenándome de esa dulce y grave risa, de esa sonrisa que al primer instante me conquistó, si aun que yo no lo acepté en ese momento. Todo eso, en que? Dos días, nadie me lo creería, por que no es nada común, no es nada normal.

Sin poder evitarlo me salió un bostezo, sonreí.

-Tienes sueño eh?

-Sólo un poco.

-Debes descansar, mañana tenemos que estar al cien para ir a recoger a Leticia.

-Si, losé- salió otro bostezo de mi boca.

-Vamos yo te llevo a la cama- se puso de pie y me tomó en brazos coloque mis brazos tras su cuello, para evitar caerme y me recargué en su hombro. Escuché como comenzaba a cantar un linda canción que yo no entendía por que estaba en alemán, pero sin embargo, que para cuando llegó a mi habitación y me dejo en la cama yo ya estaba casi dormida, me arropó y se dispuso a salir de allí.

Cuando estaba a punto de cerrar la puerta.

-Tom…- lo llamé, sonrió.

-Mande- susurró acercándose a mi

-Te quedas conmigo?- le miré a los ojos, su rostro se suavizó de una manera que no podría describir. Se acercó más y depósito un cálido beso en mi frente para después alejarse un poco de mí. Se quitó los tenis y se recostó a mi lado, me abrazó por detrás y antes de poder quedarme dormida, pude escucharlo decir…

-Sueña mi princesa, sueña…

Continuara...

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Hola!! a mis lector@s!! Gracias, primero que nada por leer el fic, y gracias por esperar tanto, yo se que tardo en mandar los capitulos a EBill!! ^^ que por cierto es un amor de persona, pero de verdad muchas gracias a su apoyo. Gracias a ustedes, al blog y por supuesto a EBill! Y ya saben, cualquier comentario, mandenselo a EBill, que me lo hara llegar a mi^^


Se cuidan!!


Besitos


BluRose*.


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