Fan Fics Tokio Hotel

Fanfic Cap 12 "Queriendo escapar encontre mi hogar" By BlueRose

Capitulo 12:

Estaba abrazada a algo cuando sentí como algo pasaba por mi cara, eran suaves caricias, me hacían cosquillas, con mi mano derecha traté de espantar lo que fuera que me estuviera haciendo eso, pero después de unos segundos volví a sentir de nuevo esa sensación. Abrí mis ojos y me encontré con su bella sonrisa, me acercó mas a él rodeándome con sus brazos, y beso mi coronilla. Sin darme cuenta había salido un suspiro de mi boca cosa que le hizo sonreír aún más.

-Buenos días- me susurró.

-Buenos días- contesté, pero mi voz salió más ronca de lo que esperaba.

-Ya es tarde...

-¿Qué hora es?

-Deben de ser como las 9, casi 10 de la mañana.

-¡¿Qué?!- exclamé, me levanté lo más rápido que pude.- Tom, cámbiate, y así, si quieres ir por Bill para desayunar antes de ir a recoger a Leticia, claro si es que quiere ir. Y los espero para que desayunen, o no, es más llévate las llaves y entran cuando ya vengan, el desayuno va a estar servido, yo me voy a estar bañando, cuando terminen de desayunar recogen los platos, pero no se preocupen, yo los voy a lavar.

-Okay- se levantó y se vistió, yo mientras buscaba la ropa de Leticia y hacía la maleta que le llevaría. El se fue y yo hice el desayuno y lo serví. Me metí a duchar y para cuando salí ya lista. Ellos estaban sentados viendo la tele esperándome. Agarré una rebanada de pan tostado y comencé a comerla tomando jugo de naranja, cuando terminé me fui a lavar los dientes y nos marchamos para el hospital en la camioneta de Tom.

[Narra Leticia]

Llevaba ya varias horas despierta, no había podido dormir bien y la verdad no estaba de muy buen humor que digamos, llegó la doctora y me dijo que me llevaría el alta, me dio un par de recomendaciones así como reposo y nada de emociones fuertes. Creo que eso sería lo más difícil de todo. Cuando iba saliendo Carolina entraba a la habitación.

-¡Hola!- me saludó con una sonrisa.

-Hola, que bueno que llegaste, ya me quiero cambiar.- me bajé rápidamente de la cama.

-¡Hey!- me señaló acusadoramente con el dedo índice de su mano derecha- te dijeron que te cuidaras, ¡Tienes que estar calmada!- me regañó con el seño fruncido. No había reparado en la presencia de los gemelos. Agaché la cabeza y me dirigí al cuarto de baño de mi habitación, me vestí y maquille, más de lo acostumbrado por el hecho de que mis ojeras eran mas marcadas que lo común.

-¿Lista?- me preguntó con una gran sonrisa Tom una vez que salí del cuarto de baño.

-Claro que sí- respondí también con una sonrisa.

-Hola…- escuché su suave voz llegar hasta mis oídos.

-Hola- le saludé observando que se miraba totalmente radiante con esa chamarra de cuero y esos lentes de sol que le abarcaban media cara, el cabello lo llevaba planchado.

-¿Cómo estas?- casi fue un susurro.

-Bien- contesté de la misma manera. En ese momento llegó la doctora y firmé para poder salir.

Subimos a la camioneta de Tom y nos pusimos en marcha hacía el apartamento. El trayecto fue silencioso Tom y Caro iban en el asiento de piloto y copiloto respectivamente, y Bill y yo atrás.

-¿Quieres ir al parque?- me preguntó Bill después de un rato.

-Sí, me encantaría- esbocé una sonrisa, al parecer no estaba molesto conmigo y eso me hacía muy feliz.

-¿Irán al parque?- nos cuestionó carolina.

-Sí- respondí.

-Genial, los llevo al parque y Caro y yo nos vamos a limpiar nuestro piso Bill.

-¿¡Qué yo qué!? , ¿Yo ayudarte a limpiar?

-Sí, yo te ayudé con el postre ayer.- Carolina giró su cabeza hacía la ventanilla, estaba jugando por lo menos yo lo sabía la conocía tan bien. Observé como Tom acercaba su mano derecha hasta acariciar su rostro delicadamente y como ella se volvía hacía él, el cual le sonrío contagiándola a ella también y haciéndola sonreír. Ella tomó su mano y la entrelazó con la de el sobre el dorso de su mano para que el pudiera tomar la palanca direccional con su mano. Algo allí se estaba cocinando, y pronto sabría de qué se trataba.

-Bueno, pues abajo- nos dijo Tom una vez que se había estacionado justo en la entrada de ese gran parque. Nosotros obedientes bajamos de la gran camioneta y comenzamos a caminar con una distancia prudencial.

-¿Cómo te sientes?- me preguntó por segunda ocasión en lo que iba de la mañana.

-Bien, no te preocupes, estoy mucho mejor.

-¿De verdad?- pude ver como fruncía el seño debajo de esas enormes gafas.

-Sí, enserio. De hecho, estoy esperando con ansias que llegue está noche para ir a tu evento.

-Gracias, no puedo esperar a verte. Se que estarás hermosa.- de nuevo esa quemazón en mi cara, indicándome que mi cara tomaba un color rojizo.

-Gracias a ti por invitarme- fue lo único que pude contestar.- seguíamos andando y fue cuando me di cuenta de lo hermoso que era el parque.

-¿Puedo…?- me preguntó indicándome que quería tomar mi mano, siempre tan lindo, antes de darle una respuesta yo tomé la suya y continúe caminando.

-Quisiera que supieras algo- comencé- eres una persona muy importante para mí en estos momentos y creo que debo comentártelo.- se detuvo y se giró hacía mí.

-¿Qué pasa?

-Me voy a México la próxima semana- lo solté así sin más, si algunas veces podía resultar un poco brusca, ya me habían dicho más de una vez que me faltaba tacto para decir las cosas.

-¿Te devuelves a México?- pude notar angustia en su voz.

-Iré por unos días, máximo dos semanas.

-Pero… ¿volverás cierto?

-Claro, Alemania se convirtió en mi hogar desde que llegué.- esbocé una sonrisa.

-Te extrañaré…

-Yo también- me deshice de su mano y dirigí las mías hasta sus lentes y se los quité, los colgué en el bolsillo de mi pantalón y acaricié sus ojeras prueba de que el también había tenido una mala noche.- No quiero que llores por mí, eres una persona muy especial, no solamente para mí. Sino para tu hermano, tus amigos, tus fans, eres una persona muy inteligente, por lo cual debes saber que tus lágrimas son demasiado valiosas como para ser derramadas, así que nada de llorar.

-Tu también eres muy valiosa para mí, demasiado diría yo y veras que tarde o temprano tu y yo estaremos juntos, derribando todas esas barreras que nos impiden ser felices- estaba apunto de caer en el suelo, es que era tan lindo. -¿Te puedo pedir un favor?

-El que quieras.

-¿Puedo besarte, aunque sea por ultima vez?- juro que estaba a punto de desmayarme.

Claro… el ultimo- el poco a poco se inclinó, acercó su cara a la mía lentamente, rozo sus labios con los míos, quitándome el aliento, rodeo mi cintura y yo su cuello, poco a poco introdujo su lengua y profundizamos el beso, fundiéndonos en nuestro propio gozar, en nuestro propio mundo, sin darme cuenta el me había levantado del suelo y me sostenía de la cintura, sin duda el mejor, beso, lastima que fuera el ultimo, comenzaba a faltarnos el aire, así que fuimos finalizándolo poco a poco, con pequeños roces y mordiscos, hasta darlo por terminado, y mirándonos mutuamente a los ojos.

Continuara...

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Hola mis adorad@s lectores, siento la tardanza, se me presentaron ciertas situaciones que me impidieron seguir escribiendo, pero aquí les traigo el capitulo 12, espero y les guste mucho.

Gracias a los que leen^^

BlueRose*